Los invernaderos de Almería son un ejemplo de industria familiar, moderna y de calidad certificada
La agricultura intensiva en Almería lleva siendo un referente mundial en las últimas décadas. Sin embargo, a día de hoy se sigue transmitiendo una imagen negativa de la industria agrícola de los invernaderos, y más en los últimos tiempos por la connotación tan negativa que tiene el plástico.
Para conocer el origen de esta industria de referencia mundial, nos tenemos que ir hasta el año 1959, cuando el empresario José Hernández Buj (tras conocer de primera mano los invernaderos belgas y consciente del potencial que tendría dicha tecnología en el sureste español) construyó sobre parra el primer invernadero en la provincia de Almería. Bajo un sistema de tensores de alambre y plásticos transparente, sobre maderas colocadas en bloques de cemento, conseguiría reducir los costes a un tercio de lo que costaban los invernaderos belgas.
Los invernaderos se convirtieron en toda una revolución agrícola, que más de 60 años después la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) recomienda como el modelo a seguir, y así lo incluye en su informe sobre el Comercio y el Desarrollo, un modelo basado en pequeñas explotaciones familiares y en una producción integrada y agroecológica.
¿Qué caracteriza el cultivo de invernaderos?
Actualmente, tras la mejora y evolución tecnológica, la importancia del cultivo de invernadero es indiscutible, esta importancia se ve fundamentada en los cuatro puntos:
- La agricultura de invernaderos es una agricultura familiar.
Con más de 30.000 ha de cultivo, en la actualidad la agricultura de invernadero aporta de forma directa el 13% del PIB provincial de Almería. Y sumando el manipulado, comercialización y otras industrias anexas, este porcentaje aumenta hasta un 40% del PIB. Esta gran extensión de terreno se divide entre más de 12.500 explotaciones, con una media de 2.4 ha cada una. La gran distribución de tierras en invernaderos, acompañado de que cerca del 30% de la mano de obra es de origen familiar, ayuda al desarrollo económico de los núcleos familiares, así como de las comunidades de las que forman parte.
2. Hortalizas bajo selección y mejora vegetal.
Todos los cultivos bajo plástico en los invernaderos están sometidos a procesos continuos de mejora vegetal. Los agricultores demandan semillas con resistencia a enfermedades, mejora de la productividad, mayor diversidad de tamaños y formas o un incluso un sabor diferente. En la provincia de Almería se encuentran varios centros de investigación de las mayores empresas de semillas, tanto locales como nacionales, vinculadas a los invernaderos. También se localizan en Almería buena parte de las mayores multinacionales del mundo en agricultura, que mediante el uso de la mejora vegetal clásica (siempre acompañada de las últimas tecnologías) provee de mejor material a los agricultores.
3. Manejo integrado de plagas.
El control integrado y biológico de plagas ha encontrado en Almería su máxima expresión, con más de 24.740 ha de invernaderos en el año 2019. Se trata de la mayor extensión cultivada con métodos de control biológico. En el caso específico del pimiento, el 100% de las 11.500 ha cultivadas en el año 2019 se realizaron bajo esta técnica.
El uso de auxiliares para la prevención y control de plagas es uno de los pilares fundamentales para el cumplimiento de los estándares de calidad, cada vez más exigentes y restrictivos respecto a la presencia de residuos químicos. La formación continuada y la constante inversión en investigación y comunicación han sido claves para que cada año exista una mayor implicación de todos los miembros del sector con este tipo de control de plagas. Esto hace que se haya convertido, a día de hoy, en un pilar fundamental para la producción de hortícolas bajo invernadero.
4. Una producción segura y de calidad certificada.
Más del 90% de los agricultores almerienses cumplen con sistemas de certificación (como son UNE 155.000, GRAP, ISO 9000 o GlobalGAP, siendo la más importante ésta última al ser el protocolo de distribución y certificación con presencia de los productores de referencia mundial y por ser la norma reconocida por grandes cadenas como ALDI, SPAR, LIDL, TESCO o El Corte Inglés).
Los invernaderos de Almería son también referencia en el cumplimiento de la normativa de límite máximo de residuos (LMR). Esta normativa, surgida tras la crisis de residuos del 2006 por EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), asegura que la utilización de las sustancias activas es segura para los consumidores. El LMR es el límite legal superior de concentración de un residuo. El informe de la EFSA del año 2019, correspondiente al año 2017, sobre residuos de plaguicidas en los alimentos titulado “European Union report on pesticide residues in food” revela que con el 97% de las 2.767 muestras está libre de pesticidas. Todos estos datos posicionan a España como uno de los referentes europeos en la producción y venta de hortalizas y frutas libres de pesticidas. Cabe resaltar que un 66,6% de las muestras se encontraban por debajo de los límites de detección necesarios.
País | < LOD | LOD < > LMR | >LMR |
España | 66,6% | 30,3% | 3,0% |
Alemania | 41,3% | 54,3% | 4,2% |
Francia | 63,2% | 32,1% | 4,7% |
Italia | 65,0% | 32,5% | 2,5% |
Países Bajos | 32,4% | 58,2% | 9,5% |
Fuente: https://www.efsa.europa.eu/en/interactive_pages/Pesticides_report_2017
El compromiso de los agricultores con un sistema de producción agrícola sostenible y respetuoso con el medio ambiente y el consumidor final, y la mejora e investigación continua que las empresas de pesticidas y fertilizantes someten a sus productos se traducen en estos resultados que posicionan a la agricultura de invernaderos en España como un referente en la cadena alimentaria mundial.
José Antonio Sotomayor Martínez
Ingeniero agrónomo de Sembralia.
¿Te ha gustado este artículo?
Se el primero en leer articulos como este, en conocer descuentos y promociones y muchas novedades sobre el sector. Suscríbete de forma gratuita:
1 comentario
Gilber Tomateo Ríos
Invernaderos