La aplicación voluntaria de este reglamento hace que los productos que no lo cumplan queden al amparo de la legislación nacional.
En el III Congreso de ACEFER, Asociación Comercial Española de Fertilizantes, celebrado en Madrid bajo el título “Fertilizantes, Energía y Biotecnología”, se expusieron las novedades que trae aparejado el nuevo Reglamento Eutropeo de Fertilización 2019/1009. La ponencia sobre este marco normativo europeo que dio Bibiana Rodríguez, del Servicio General de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades del MAPA (Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación) despejó algunas dudas.
Los principales cambios que conlleva aparejado el nuevo reglamento de fertilizantes (2019/1009) se podrían resumir en 6 puntos concretos:
- Que es de aplicación voluntaria: si no se sigue, queda vinculado a la normativa nacional. Esto conlleva que también se queda sin el marcado CE, imprescindible para comercializar en la Unión Europea.
- Fija unos límites de contaminantes mucho más estrictos en la composición de los distintos productos, lo cual radica en un mayor control fitosanitario y de protección al medio ambiente.
- Exige un etiquetado mucho más completo y escrupuloso con la terminología, lo cual implica que no solo es necesario conocer los ingredientes, sino también el porcentaje estimado en la composición total del producto.
- Introduce requisitos de calidad (se deben hacer evaluaciones de conformidad con el proceso de fabricación del producto, que son diferentes según el “módulo” o 'categoría' en el que se inscribe el producto).
- Establece unas tolerancias para la evaluación de los procesos de calidad (cuánto puede diferir la composición de un producto de una partida a otra, y con respecto a las propiedades que se le suponen según la documentación oficial)
- Esas tolerancias afectan a toda la cadena, con lo que los importadores también son objeto de examen (tienen que vigilar y mantener la trazabilidad del fertilizante en cuestión)
Además, este nuevo reglamento europeo de fertilizantes 2019/1009 trata de clasificar de forma más concreta los tipos de productos fertilizantes, pasando de 3 grandes grupos a una subdivisión más específica:
- Fertilizantes
- Enmiendas calizas
- Enmiendas de suelo
- Sustratos de cultivo
- Inhibidores
- Bioestimulantes
Esta nueva clasificación, mucho más específica, establece por ejemplo una categoría particular para los bioestimulantes, los cuales define por primera vez, exigiendo que se indiquen y demuestren las propiedades concretas que se les asumen, así como las mezclas (de productos anteriores).
Así pues, esta nueva legislación que supone cambios muy relevantes dentro de la industria agroalimentaria (ya que el Reglamento Europeo 2019/1009 es más completo en aspectos de gran interés para el mercado nacional, como la regulación de los fertilizantes orgánicos) ofrece más seguridad a los productores.
Aunque su entrada en vigor no está prevista hasta dentro de dos años (concretamente en 2022), su trascendencia nos lleva a analizar las modificaciones que el nuevo marco jurídico aportará al sector agroalimentario.
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