Claves para el cultivo de frutas tropicales como la pitahaya
Las frutas tropicales como la pitahaya o el mango, entre otros, han encontrado un excelente tierra de cultivo en nuestro país. Por nuestro clima, se acomodan bien a numerosos suelos, en particular en la llamada Costa Tropical de Andalucía.
Este es el caso de frutas como el mango o el aguacate (de sobra conocidos) pero de un tiempo a esta parte también han entrado con fuerza otros cultivos sumamente interesantes.
Por su alto valor, os hablamos sobre un cultivo muy actual hoy en día en España: la pitahaya. Si quieres saber más sobre otras frutas tropicales, en nuestro blog podrás encontrar un artículo sobre el cultivo del mango y sus peculiaridades.
¿Qué es la pitahaya?
La pitahaya es una planta de la familia de los cactus, por lo que es bastante resistente a las sequías. La planta de la pitahaya tiene tallos largos triangulares y aplanados. Se asemeja bastante a la de una chumbera (tradicional de nuestro país) pero con hojas más largas, planas y estrechas. Es una especie de cactus que suele enredarse en los árboles próximos alimentándose de la humedad de sus cortezas y trepa por las ramas.
La flor de la pitahaya es un auténtico espectáculo, pero muy sensible (apenas puede durar horas, porque le afecta mucho el calor, por eso se abre por la noche su aroma atrae a numerosos insectos. Se autofecunda pero también puede cruzarse, y como florece por la noche son los murciélagos los mejores polinizadores en su medio natural.
Por la peculiar forma de su fruto, a la pitahaya también se le conoce como fruta del dragón o fruta escamosa. Comienza siendo de color verde que pasa al amarillo o rosa fucsia según el cultivar, a medida que se desarrolla, ofreciendo una piel escamosa de cuya especial característica surgió su nombre "pitahaya", que en haitiano quiere decir fruta escamosa.
Otra similitud que tiene con los higos chumbos, como buen cactus que es, es que la corteza del fruto tiene espinas, que hay que quitar cuidadosamente antes de cosechar el fruto para evitar males mayores. Lo bueno es que se desprenden con mucha facilidad.
Es una fruta sabrosa que contiene una pulpa suave, dulce y blanda, eso sí: con algunas pepitas que no perjudican al gusto.
¿Cuáles son las claves del cultivo de la pitahaya?
Los principales productores del mundo de pitahaya son Nicaragua (máximo productor en Centroamérica), Colombia, Perú y Ecuador (en Sudamérica), Vietnam (en el sudeste asiático), Tailandia, Malasia e Israel. España ha entrado en la lista de grandes productores de pitaya, pero aún está lejos de ser un gran exportador.
En cualquier caso, se da bien en nuestro país por las condiciones de los suelos, pero debemos estar pendientes de sus necesidades para la proliferación del cultivo.
Productos ricos en sulfatos y materia orgánica
La pitaya tiene algunas características agronómicas especiales, que hay que tener en cuenta para su manejo y nutrición. En primer lugar, es importante saber el tipo de suelo que disponemos para su desarrollo. Es un cultivo que se desarrolla bien en suelos con pH ligeramente ácidos, oscilando los valores óptimos entre 5,5 - 6,5. El valor del pH está directamente relacionado con la disponibilidad o deficiencia de algunos nutrientes.
El cultivo de pitahaya es muy susceptible a suelos con estructura propensa al encharcamiento, pudiendo provocar problemas por asfixia radicular. Por ello, aunque lo ideal es realizar un análisis de suelo para poder tomar una mejor decisión, te podemos ofrecer algunos productos ricos en sulfatos y materia orgánica para mejorar las condiciones físicas y químicas del suelo.
Productos recomendados para el cultivo de pitaya
Producto especial a base Hierro (Fe) quelatado con EDDHA junto con Ácidos Húmicos bioactivos solubles.
Posee una elevada cantidad de isómeros de hierro en posición orto-orto, otorgándole una alta persistencia en suelos calcáreos y alcalinos, a su vez isómeros de hierro en posición orto-para, otorgando al producto un efecto de corrección rápida de clorosis férrica.
Produce un efecto sinérgico con beneficios importantes en nutrición y actividad vegetativa por efectos del agente quelatante, produciendo una quelatación completa que, junto con el extracto húmico lo convierte en una solución eficaz para corregir la clorosis férrica.
Dosis: Las dosis variarán en función del momento de desarrollo del árbol, las dosis se repartir en 2-3 aplicaciones a lo largo del año, realizando la primera aplicación al inicio de la brotación, repitiendo repitiendo la aplicación a los 30-40 días.
- Arboles jóvenes: 10-30 gr/árbol
- Entrada en producción: 30-50 gr/árbol
- Árboles en producción (porte mediano): 50-130 gr/árbol
- Árboles en producción (porte grande): 130-160 gr/árbol
MC HUMIFULVIC es un abono órgano-mineral NK de origen natural de elevada riqueza en materia orgánica necesaria para toda la agricultura, debido a la carencia de la misma que poseen nuestros suelos y a su fácil aplicación.
Su uso mejora la estructura del suelo mediante la reducción de la compactación, aumento de la absorción de nutrientes, estimulación del metabolismo de la planta, desarrollo de las raíces, y mejora la porosidad y la aireación del suelo, además de favorecer el desarrollo de la actividad microbiana. Mejora el desarrollo de plantas y frutos.
Dosis por aplicación Radicular: 40-100l/Ha Entre las propiedades de MC HUMIFULVIC se da la aportación directa de compuestos húmicos y fúlvicos que favorecen el desarrollo de los cultivos e inciden de forma beneficiosa en el crecimiento de las plantas. Mejora además la absorción de NPK y micronutrientes.
¿Existe un abonado específico de la pitahaya?
Para realizar un abonado específico sería recomendable algún análisis de suelo, que es la mejor manera de conocer el estado del mismo, para acertar con los nutrientes que necesita la pitahaya. Sin embargo, es sabido que la relación de necesidades de nutrientes (o proporción de nutrientes) en pitahaya es aproximadamente de 2-1-3 o 2-1-4 según riqueza de potasio en el suelo.
En definitiva, lo que seguro que necesitará es un suplemento de potasio, porque sabemos que es un elemento esencial encargado de mejorar los procesos de cuajado y tamaño de fruto. En ese sentido, para acertar con el cultivo de pitahaya, un fertilizante del tipo NPK alto en potasio es una buena opción con la que ayudaremos a su crecimiento:
Fertilizante foliar de alta concentración y calidad contrastada, que suministra a los cultivos el alimento necesario. Contiene los macroelementos NPK fundamentales y los microelementos en proporciones idóneas para sus necesidades. Solución de abono potásico con Fósforo y Nitrógeno, y enriquecido con Boro.
Dosis:
- Aplicación foliar: 300-500 ml/hl
- Aplicación radicular: de 5-10 l/ha
Composición: Contenido declarado (p/v): Nitrógeno (N) total: 8,00%; Anhídrido Fosfórico (P2O5) soluble en agua y citrato amónico: 6,00%; Óxido de Potasio (K2O) soluble en agua: 36,00%; Boro (B): 0,13%. pH (en mezcla): 6,5-7 Aspecto: color azul oscuro
El abono complejo NPK (Mg-S) 14-7-17 (2-22,5) Nitrofoska 14 tiene un inhibidor de la nitrificación DMPP, potasio procedente exclusivamente de sulfato, magnesio, azufre y microelementos. Mejora la vigorosidad de la planta gracias a la incorporación de nutrientes como Nitrógeno, Potasio, Fósforo, Magnesio o sulfuro, además, evita la nitrificación que empobrece la calidad del suelo.
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Dosis orientativas de abonado [Cultivo Dosis (kg/ha)]
- Frutales hueso (melocotón) 700-1.000
- Frutales pepita (Manzana) 400-600
La mejor estrategia de fertilización para la pithaya
Y para terminar, os aconsejamos tener buena estrategia de fertilización para obtener una calidad excepcional en cosecha. La clave puede ser la adición de algún bioestimulante además del NPK.
En Sembralia somos expertos en bioestimulación y disponemos de una amplia gama de bioestimulantes para todo tipo de cultivos:
Fertilizante líquido a base de NPK y un alto contenido en algas frescas con un elevado poder enraizador. Favorece el desarrollo de nuevas raíces, la absorción de agua y nutrientes por vía radicular, el crecimiento de yemas laterales, la fructificación y la calidad de la cosecha.
Dosis y modo de empleo: Las aplicaciones coincidirán con los momentos críticos del cultivo: trasplante, crecimiento activo, prefloración, cuajado, engorde del fruto y maduración, así como los momentos de estrés debidos a altas temperaturas, plagas, herbicidas y exceso o falta de agua.
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- Aplicación foliar
- Dosis: 250-400 cc/hl de agua
- Observaciones: repetir según necesidades, se recomienda un volumen de caldo adecuado para mojar las partes verdes del cultivo sin producir goteo por escurrimiento.
- Fertirrigacion
- Dosis: 5-15 L/ha y aplicación.
- Observaciones: aplicar en brotación primaveral y repetir durante el cuajado de los frutos y en la postcosecha.
- Aplicación foliar