El número de compraventas de fincas rústicas sube un 13,7% en febrero
Aumenta la apuesta por un valor al alza como es el campo, más aún en un contexto de inflación
Las buenas perspectivas del sector agrario han hecho que inversores extranjeros pongan su foco en el campo. Así lo certifican los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la evolución de las propiedades registradas (Encuesta de Transmisiones de la Propiedad). Estas cifras reflejan el gran momento del sector inmobiliario rústico: en el mes de febrero se inscribieron en los registros de la propiedad 38.709 fincas, una cifra mensual que es un 20% superior que hace 5 años y sitúan a 2022 como el mejor año en número de transmisiones durante este mes.
Esto se debe, según Regino Coca (CEO de Cocampo), a que “a pesar de las dificultades (destacando el incremento de los costes de producción), la economía rural es uno de los pilares del tejido productivo de nuestro país y hay datos que muestran la capacidad de adaptación del sector, por ejemplo, mediante el movimiento de los agricultores hacia cultivos más rentables”.
De hecho, en los últimos datos de superficie publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se observa un aumento de hectáreas dedicadas a:
- Frutos secos (destacan el almendro con un aumento de 25.926 ha alcanzado las 744.466 ha y el pistacho con 61,231 ha, +11.697),
- Naranja (142.871 ha, + 2.085)
- Aguacate (18.061 ha, +2.212).
¿A qué se debe que el campo esté creciendo de esta manera?
Cocampo, la plataforma web especializada en anuncios de compraventa y arrendamiento de fincas rústicas, valora estos datos muy positivamente y considera que se está produciendo una suma de circunstancias que incrementan el atractivo del campo:
1) “El reto de alimentar a una población mundial creciente y los cambios en los hábitos de consumo de la sociedad hacía una alimentación más sana se destacaban hace años como parte del potencial de la inversión en el sector agrario, la preocupación por la sostenibilidad medioambiental reforzó la atención sobre el campo, pero fue la pandemia la que terminó por despertar todo el atractivo de las fincas rústicas como activo de inversión, tanto para aquellos que buscan un cambio de estilo de vida como para los que buscan diversificación patrimonial frente a la volatilidad que han generado las diferentes crisis, como para aquellos que han encontrado en el campo español cultivos y producciones de gran rentabilidad. La última circunstancia ha sido la guerra en Ucrania que ha reactivado tendencias de producción local y la inflación, frente a la que la inversión en activos inmobiliarios agrarios es defensiva”, apunta el fundador de Cocampo.
2) El efecto de la inflación en la inversión en fincas rústicas es especialmente destacable: “Los ahorradores y los gestores de fondos de inversión, en un contexto inflacionista, en el que el dinero pierde valor a un ritmo del 10%, deben buscar activos que recojan la subida de precios de la forma más directa posible, y el campo cumple con estas características, especialmente las explotaciones agrícolas y ganaderas. El inmobiliario rústico no solo no está sometido a menos tensiones y cambios regulatorios que el urbano sino que, además, es una excelente inversión porque partimos de precios bajos. La evolución del campo español hace que las fincas rústicas sean activos atractivos considerados como inversión alternativa, reforzando el mercado agro y nuestra posición como potencia agroalimentaria a nivel mundial”, añade Regino Coca.
Además, según los últimos datos oficiales disponibles, el precio medio de la tierra para uso agrario se ha mantenido estable en los últimos años, como ya recogía el ‘I Informe sobre la estructura del suelo rústico en España’.