- ACEFER, la Asociación Comercial Española de Fertilizantes, ha emitido un comunicado en apoyo al entorno rural
- Esta asociación profesional sin ánimo de lucro, constituida en 1984, que agrupa a una parte muy importante de los operadores privados del sector de fertilizantes de España
Sine agricultura nihil
El sector agrario está manifestando su crisis en toda la Unión Europea. Así lo anuncian los medios de comunicación desde hace días, ya que nunca se habían visto tantos tractores en autovías, carreteras, centros de distribución, etc. No solo en España sino en muchos países europeos.
Desde ACEFER, Asociación Comercial Española de Fertilizantes, manifestamos nuestro apoyo a los agricultores, y por supuesto a todo el sector agrario. Desde hace unos años nos estamos viendo inmersos, todo el sector agrario, en nuevas normativas que, lejos de ser fácilmente adaptadas, nos ocupan muchas horas de trabajo a las empresas y a los agricultores, y suponen para todos un aumento de costes.
Con la pandemia del COVID, en el año 2020, quedó clara la importancia del sector para la sociedad. Todos los eslabones eran considerados esenciales, los agricultores tenían que seguir cultivando y realizando labores porque los hogares necesitaban seguir alimentándose, y existió nerviosismo por parte de la sociedad con el abastecimiento de alimentos, como es lógico.
Tras el COVID, vinieron otras crisis, como las restricciones comerciales en China, la crisis con Argelia o la Guerra en Ucrania - la cual sigue influyendo enormemente en el sector agrario-.
Desde ACEFER, como estamos seguros ocurre entre los agricultores, no ponemos en duda la necesidad de hacer frente al cambio climático, de cuidar el medio ambiente y de movernos adelante en la digitalización. Sin embargo, entendemos que nuestros agricultores – y también quienes les ayudamos en su trabajo diario – pidamos a la sociedad urbanita europea que se reconozca su necesaria labor, que son ellos quienes más interés tienen en cuidar el medio en el que viven y trabajan y que si reciben subvenciones que todos pagamos, las reciben a cambio de aceptar unas limitaciones y para que puedan subsistir con dignidad.
Sin agricultura no habrá alimentos, y sin alimentos no hay vida. Los agricultores piensan - hace tiempo - y sienten que el resto de la ciudadanía ni les entienden ni les valoran. Pedimos un esfuerzo para entender las quejas de los agricultores y solicitamos que los gobiernos y la propia Unión Europea revisen los ineludibles y necesarios objetivos medioambientales y digitales con una mayor participación y comprensión de todos.