Su Majestad el Rey Felipe VI, por videoconferencia, quiso reunirse con el sector ovino y caprino de Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Navarra.
Los representantes de este sector han explicado que se han visto especialmente afectados por el rápido deterioro del mercado de la carne de ovino y caprino, dado que su producción es marcadamente estacional, siendo precisamente esta la temporada de producción, y vinculada a su consumo en restaurantes y hostelería, canal que ha tenido que cerrar por las medidas decretadas en el estado de alarma. Esto ha generado un gran excedente y ha tenido como consecuencia directa un alarmante descenso en los precios pagados al ganadero. El consumo de carne de cordero en el hogar, según datos del Ministerio de Agricultura, ha estado descendiendo una media de un 20% cada semana desde que comenzó esta situación.
Por otra parte, el sector caprino de leche denuncia un ajuste abusivo de la demanda, con una bajada de precios por debajo de costes, por lo que llama a la responsabilidad del resto de actores de la cadena de abastecimiento a que apuesten por el sector productor nacional. Este compromiso debe traducirse en la recogida de toda la leche que se produce en España, el estricto cumplimiento de la normativa y la puesta en valor del producto de proximidad como es el cordero caprino y ovino.
En la conversación ha estado presente también la esquila, porque el consorcio de ovino y caprino ha solicitado autorización para que los profesionales de la esquila que se contratan todos los años traigan 300 esquiladores de Uruguay, en una operación que ya llevan realizando una década, pero que ahora está afectada por las restricciones impuestas por la epidemia.
El Consejo Sectorial de Ovino y Caprino teme que un presupuesto insuficiente para las ayudas ponga en peligro la viabilidad de este sector ganadero. También demanda otras medidas que podrían suponer un importante alivio de la situación, algunas de las cuales competen a la Comisión Europea.