Los fertilizantes para la etapa de engorde están diseñados para maximizar el desarrollo final de los frutos, mejorando su tamaño, peso y calidad. Estos productos, que incluyen abonos potásicos y bioestimulantes, ayudan a la acumulación de azúcares y nutrientes esenciales, lo que resulta en cosechas más productivas y de mayor valor comercial. Son ideales para obtener un rendimiento óptimo en las últimas fases del ciclo del cultivo.
