Durante la celebración de la COP25 se ha comprobado que en los próximos años van a ser necesarios más alimentos para una población mayor, pero utilizando menos recursos naturales, a través de una agricultura, ganadería y silvicultura sostenibles de cara al futuro.
Una tarea en la que FAO juega un papel pionero y que España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, está impulsando con una inversión de 57 millones de euros del Programa Nacional de Desarrollo Rural, a través de diferentes grupos de innovación en temas de I+D+i agroalimentario.
En estos momentos, el gasto en España en I+D+i es del 1,2 % del PIB y el objetivo para los próximos años es incrementarlo hasta un 2%, “lo que supondrá un notable esfuerzo tanto por parte del sector público como del privado”.
Además, en el próximo Marco Financiero Plurianual 2021-2027 de la Unión Europea, que actualmente se está discutiendo, está previsto destinar unos 10.000 millones de euros para I+D+i en el sector agroalimentario, de los que España podría disponer de más de 950 millones.
Tanto es así que el ministro de Agricultura, Luis Planas Puchades, asegura que el sector primario “es más la solución que el problema” a los efectos del cambio climático, por su capacidad de captura y almacenamiento de las emisiones de CO2.
Unas declaraciones que realizó en Córdoba junto al director de la FAO, en una visita al ceiA3 el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la COP25. El ministro añadió que la orientación básica de la próxima Política Agrícola Común es la protección del medio ambiente. Para ello, más del 40% de los fondos de la PAC van a tener una vinculación directa o indirecta con la mitigación del cambio climático y la preservación del medio ambiente.