Datos del mercado exterior del vino
España es el primer exportador de vino en volumen y el primero en área de cultivo de viñedo del mundo; además del tercer productor de la Unión Europea. Sin embargo, hay países que le superan en ingresos, comercio y consumo interno. Es decir, otros como Francia o Italia exportan menos volumen de producto pero sus ventas en el exterior les proporcionan más beneficios que a España las suyas.
Podríamos decir que España no obtiene todos los beneficios de la exportación de vino debido a la venta a granel. Esto hace que (en general) las exportaciones aporten un valor bajo a la economía española porque lo vendemos a un precio que se considera bajo, y que nuestro producto genere una mala imagen y se perciba como de baja calidad frente al de otros países que lo venden embotellado; cuando más bien es todo lo contrario, los vinos del territorio español son de grandísima calidad.
Además, otro problema que supone este modo de venderlo, es que además de competir con los países que lo comercializan embotellado, lo hacemos con países como: China, Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia que recientemente llegaron a un acuerdo para la eliminación de los aranceles entre ellos para venderse vino.
Balance del mercado del vino en los últimos años
Al margen de esto, si analizamos la evolución de la situación del vino en España en los últimos años, ha pasado de un comercio basado en el consumo interno a un comercio internacional basado en la exportación. Desde que el Observatorio del Mercado del Vino (OEMV) registra y analiza datos (desde el 2012) cada año el país aumentaba su cantidad vendida en volumen y sus ingresos, dándose en 2015 y 2017 récords de venta en el exterior y en 2016 una caída general.
El récord de 2017 fue debido a que se facturó un 5,7% más tras subir el precio medio del producto un 12,8%. Respecto al periodo más reciente, España cerró 2023 con caída de sus exportaciones de vino, mayor en volumen (-4,1%), que en valor (-3,2%), hasta situarse en los 2.026 millones de litros, por valor de 2.905,9 millones €.
Vino de buena calidad, pero mala promoción exterior
La Confederación Española de Consejos Reguladores Vinícolas, donde se integran 52 de las 69 denominaciones de origen españolas, afirma que en este momento España elabora el mejor vino de su historia en cuanto a calidad y a la vez el peor, en cuanto al modo de venderlo en el exterior.
En cuanto al comercio y consumo interno de vino en España, la situación es diferente ya que con la crisis de principio de siglo, el país sufrió una caída notable del consumo. Además hubo un cambio en la normativa que provocó que parte del vino que se destilaba con ayudas europeas dejara de transformarse, por lo tanto, hubo que reconvertirlo y canalizarlo. Esto supuso que se ofertara todavía menos cantidad de producto.
Con los años esto se ha ido solucionando y ahora nos encontramos en un momento de aumento de la demanda interna progresivo; consecuencia de una oferta más amplia y de un mejor servicio en la restauración. De hecho, el OEMV afirma que por primera vez en cuatro décadas se ha frenado la caída del consumo interno que ahora, se sitúa aproximadamente en 21 litros por persona y año.
¿Cómo favorecer la promoción del vino en España?
Por ello, y para ir solventando estos problemas, España debería ir disminuyendo la venta exterior de su vino a granel e ir aumentando a la vez la de vino envasado y etiquetado después de elaborarlo. Es decir, de cierto modo debe acercarse al modelo francés, que consiste en vender vino de grandísima calidad a un mayor precio. Así mejoraría su imagen frente al resto de países y mantendría la relación calidad-precio subiendo los precios. Es más, también podrían lanzarse campañas publicitarias internacionales para promocionar este vino de calidad vinculado con la alta gastronomía española.
De hecho, también se debería fomentar el consumo del vino en España para que la demanda interna continúe creciendo y no vuelva a darse una caída, y para “reconquistar” el paladar del público joven. En cuanto a esto último, el presidente de la Confederación Española de Consejos Reguladores Vinícolas (David Palacios Algarra) afirma que hay que “rescatar esa cultura que se tenía” refiriéndose a que (en general) “el vino ha pasado de ser parte de la dieta a consumirse en momentos un poco elitistas”. Asimismo, reitera que “sabemos producir muy bien y no sabemos vender” y que hay que invertir más en promoción y en educación para las nuevas generaciones, ya que el vino forma parte de nuestra cultura nacional.
En definitiva, la diversificación de productos y estrategias de marketing son cruciales para el éxito en un mercado competitivo. Si España pone en práctica este tipo de medidas conseguirá mejorar el comercio y el consumo tanto exterior como interior y obtendrá muchos más beneficios.
AUTORA: Carmen Aparicio Vázquez, Agrónoma de Sembralia.