Cada 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol. Una fecha que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de los árboles y sensibilizar a la población sobre la necesidad de conservar el medio ambiente. Parte del sector primario y del entorno rural es también la silvicultura (que está orientada al cuidado de los bosques). De hecho, la definición de silvicultura según la RAE es el “Cultivo de los bosques y montes”. Una segunda definición nos habla del “Conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo de los bosques o montes”.
Vamos a aprovechar este Día Mundial del Árbol para reflexionar sobre la importancia de los árboles y la silvicultura en nuestra vida diaria. La silvicultura, el arte y la ciencia de cultivar y manejar los bosques, desempeña un papel fundamental en la protección y promoción de nuestro medio ambiente. En este artículo, exploraremos la importancia de la silvicultura y cómo contribuye a la agricultura sostenible y al bienestar global.
El papel esencial de los árboles
Los árboles son mucho más que elementos del paisaje. Son seres vivos que proporcionan una amplia gama de beneficios para el ecosistema. En primer lugar, los árboles son fundamentales para la producción de oxígeno, ya que a través de la fotosíntesis convierten el dióxido de carbono en oxígeno. Además, actúan como sumideros de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático al absorber y almacenar grandes cantidades de CO2.
Además de su función como pulmones del planeta, los árboles tienen un impacto positivo en la calidad del suelo y la conservación del agua. Sus raíces ayudan a prevenir la erosión del suelo al mantenerlo en su lugar, evitando la pérdida de nutrientes valiosos.
Asimismo, las copas de los árboles actúan como un dosel natural, reduciendo la evaporación y mejorando la infiltración del agua en el suelo. Esto es especialmente relevante en la agricultura, ya que el acceso a agua de calidad es vital para el desarrollo de cultivos saludables.
Beneficios de la silvicultura en la agricultura
La silvicultura y la agricultura están intrínsecamente vinculadas. La gestión adecuada de los bosques puede tener un impacto significativo en la productividad y sostenibilidad de la agricultura. Algunos de los beneficios son:
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Conservación del suelo: Los árboles en los límites de los campos agrícolas ayudan a prevenir la erosión del suelo, evitando la pérdida de nutrientes esenciales y garantizando la salud del suelo a largo plazo.
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Polinización: Muchos árboles, como los frutales, son visitados por polinizadores como abejas y mariposas, que desempeñan un papel fundamental en la polinización de los cultivos. Una silvicultura adecuada puede fomentar la presencia de estos polinizadores, aumentando así la producción agrícola.
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Diversificación y agroforestería: La integración de árboles en sistemas agrícolas, conocida como agroforestería, puede proporcionar múltiples beneficios. Los árboles pueden mejorar la fertilidad del suelo, proporcionar sombra y refugio para el ganado, y diversificar los ingresos de los agricultores al cultivar productos forestales como frutas, nueces o maderas.
¿Qué papel desempeñan los árboles a nivel mundial?
Según un estudio publicado por la prestigiosa publicación Journal of Sustainable Forestry, en nuestro planeta existen 60.065 especies de árboles. La mitad de ellos se encuentran situados en los trópicos y, los restantes, se ubican en zonas templadas y boreales. Europa y América del Sur cuentan con la mayor superficie forestal seguidas de América del Norte y África. En concreto, en España, hay cerca de 7.000 millones de árboles, unas 182 especies de árboles, de las cuales 111 son únicas de nuestro país.
Especies que juegan un papel fundamental en la conservación del medio ambiente y, a su vez, aportan beneficios en la salud de las personas. En concreto, el Instituto de Salud Global Barcelona ha demostrado que la falta de contacto con espacios verdes y los altos niveles de contaminación registrados en las ciudades, aumentan hasta un 62% que los niños desarrollen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Otro hecho demostrado es que las hojas y agujas de los árboles filtran los contaminantes del aire, ayudando a reducir la exposición a sustancias peligrosas y tóxicas que respiramos. Sin embargo, en ocasiones, las ciudades no cuentan con grandes espacios verdes y, por tanto, nos planteamos a qué bosques podemos acercarnos desde las urbes y disfrutar de los beneficios que nos aporta.