Os damos una serie de nociones para acercaros a esta dulce fruta de hueso
Por su parecido con el melocotón, muchos creen que es una variación, pero en realidad se trata de un árbol frutal, posiblemente originario de Turkestán que llegó posteriormente a Armenia. De hecho, ese origen determinó la designación “armeniaca” dada por griegos y romanos seguramente por ser desde esta región desde donde trajesen el cultivo.
El albaricoque abunda en nuestro país desde hace mucho tiempo, es una de las frutas de temporada propias de los meses cálidos, que por su dulzura y frescor goza de buena aceptación.
En primer lugar, os vamos a dar una serie de nociones básicas sobre el albaricoque, para que conozcáis cómo cultivarlo y disfrutarlo.
Albaricoque, una fruta de hueso perfecta para el verano
El albaricoquero es un árbol de porte globoso que puede alcanzar entre 3 y 7 metros de altura, pero en plantaciones normales rara vez llega a su altura máxima;
La raíz es pivotante con una superficie de ocupación generalmente mayor que la proyección de la copa. Posee un tronco erguido, corteza parda rugosa y agrietada.
Hojas caducas, dispuestas de forma alterna, glabras, brillantes, de forma acorazonada, generalmente acuminadas en el ápice, con los bordes dentados no muy profundamente y un peciolo largo de color verde amarillento, a veces difuminado de color rosa o rojo violáceo.
Las yemas de flor suelen ser laterales flores blancas o ligeramente rosadas, solitarias o reunidas en grupos de 2-3, casi sésiles, con cáliz gamosépalo, rojizo formado por 5 pétalos; la floración antecede a la emisión de hojas, que son rojizas en los brotes jóvenes.
El fruto es una drupa de forma subesférica u oval, dividida en dos partes a veces desiguales, por un marcado surco ventral, la piel es de color amarillo más o menos intenso, a veces difuminado en rojo en la cara expuesta al sol, aterciopelada; la pulpa es amarilla en los cultivares más apreciados, blanquecina en otros cultivares, el hueso más o menos aplastado, según las variedades puede separarse netamente de la pulpa o bien adherirse parcialmente.
Las ramas son rojizas cuando son jóvenes. Las yemas latentes son frecuentes especialmente sobre las ramas viejas. Las ramas secundarias son cortas, divergentes y escasas. Fructifica sobre los ramos de un año: ramos de mayo, chifonas y ramos mixtos.
El albaricoque posee la facilidad de desarrollar nuevos brotes sobre madera vieja, los cuales a veces permanecen muy cortos dando la sensación de fructificar sobre madera vieja. En plantaciones normales suele durar unos treinta años, pero puede vivir hasta cincuenta años.
¿En qué zonas prospera el albaricoque?
El hábitat del albaricoquero tiene una extensión notable, se encuentra desde los oasis subsaharianos hasta el Himalaya, aunque las zonas donde se pueden establecen plantaciones comerciales son más restringidas.
Actualmente, las zonas de cultivo se encuentran situadas en altitudes inferiores a 600 m. Los cultivares se suelen adaptar nicamente a aéreas geográficas con unas condiciones ecológicas muy determinadas.
La mayor extensión del cultivo se localiza en las zonas costeras de clima mediterráneo, así como en determinadas aéreas semicontinentales templadas con inviernos fríos y veranos cálidos y secos.
De origen continental soporta temperaturas de hasta -20ºC en invierno, destacando la variedad Armeniaca mandshurica que soporta los 40 ºC bajo cero y el Armeniaca sibirica que soporta hasta los 50ºC bajo cero siendo estas dos variedades una fuente de material para la selección de cultivares rústicos.
El momento crítico para las temperaturas se sitúa en primavera, ya que los órganos florales son muy sensibles a las bajas temperaturas en estas fechas, las flores y los pequeños frutos recién cuajados son, por el contrario, muy sensibles al frio, todavía más que los del almendro: las yemas de flor semiabiertas resisten menos de 30 minutos a -4ºc las flores abiertas resisten a -2ºC y los frutos cuajados a -0,5ºC durante el mismo espacio de tiempo.
También pueden ser perjudiciales los inviernos demasiado templados, al no cubrirse las necesidades de frio invernal, que oscilan entre 350 y 1100 horas por debajo de 7ºC.Por otra parte se trata de una especie exigente en luz, pudiendo provocar las insolaciones deficientes una disminución de la producción, así como la falta de coloración de los frutos.
Un factor limitante para un cultivo rentable del albaricoquero es la frecuencia de heladas tardías, ya que al ser una especie de floración bastante precoz es una circunstancia que hace de la floración un peligroso momento crítico, especialmente si se considera también que las lluvias de cierta entidad, la niebla y una humedad relativa en dicho periodo, son factores favorables para ataques graves de moniliosis (seca de los brotes).
El albaricoque se adapta a casi todos los suelos sin embargo prefiere los suelos sueltos, aunque sean algo pedregosos. La planta prefiere terrenos ligeros, cálidos, permeables y calizos es decir terrenos que se calientan rápidamente en primavera.
Se adapta bien a terrenos secos, aunque disminuye su porte, de la misma forma no tolera los encharcamientos prolongados ya que producen la muerte por asfixia radicular.