Os damos una serie de nociones para acercaros a esta dulce fruta de hueso llamada albaricoque
El albaricoque, por su parecido con el melocotón, muchos creen que es una variación de esta fruta. Sin embargo, en realidad se trata de un árbol frutal, posiblemente originario de Turkestán que llegó posteriormente a Armenia. De hecho, ese origen determinó la designación “armeniaca” dada por griegos y romanos seguramente por ser desde esta región desde donde trajesen el cultivo.
El albaricoque abunda en nuestro país desde hace mucho tiempo, es una de las frutas de temporada propias de los meses cálidos, que por su dulzura y frescor goza de buena aceptación. Junto con el melocotón, y el paraguyayo, es lo más demandado en verano. En primer lugar, os vamos a dar una serie de nociones básicas sobre el albaricoque, para que conozcáis cómo cultivarlo y disfrutarlo.
Una fruta de hueso perfecta para el verano
El albaricoque es el fruto que da el albaricoquero, y es como un melocotón pequeño. Se trata de un árbol que necesita bastante agua para que el fruto se engorde, pero lo importante es que no se encharque, porque se echará a perder.
Es un árbol que crece mucho, puede llegar a 7 metros, pero en plantaciones normales rara vez llega a su altura máxima. De hehco, es crucial hacer una poda de altura para hacer que la recolección sea más llevadera, así que toca recortar las puntas del árbol para poder llegar a los albaricoques en el momento de la cosecha. Por eso decimos que el albaricoquero es un árbol de porte globoso.
La raíz es pivotante con una superficie de ocupación generalmente mayor que la proyección de la copa. Posee un tronco erguido, corteza parda rugosa y agrietada.
En cuanto al suelo, no es muy exigente, pero tiene que tener un buen drenaje. Digamos que el albaricoque se adapta a casi todos los suelos sin embargo prefiere los suelos sueltos, aunque sean algo pedregosos. La planta prefiere terrenos ligeros, cálidos, permeables y calizos es decir terrenos que se calientan rápidamente en primavera. Se adapta bien a terrenos secos, aunque disminuye su porte, de la misma forma no tolera los encharcamientos prolongados ya que producen la muerte por asfixia radicular.
Hojas caducas, dispuestas de forma alterna, glabras, brillantes, de forma acorazonada, generalmente acuminadas en el ápice, con los bordes dentados no muy profundamente y un peciolo largo de color verde amarillento, a veces difuminado de color rosa o rojo violáceo.
Las yemas de flor suelen ser laterales flores blancas o ligeramente rosadas, solitarias o reunidas en grupos de 2-3, casi sésiles, con cáliz gamosépalo, rojizo formado por 5 pétalos; la floración antecede a la emisión de hojas, que son rojizas en los brotes jóvenes.
El fruto del albaricoque (como con el melocotón) es una drupa de forma subesférica u oval, dividida en dos partes a veces desiguales, por un marcado surco ventral, la piel es de color amarillo más o menos intenso, a veces difuminado en rojo en la cara expuesta al sol, aterciopelada; la pulpa es amarilla en los cultivares más apreciados, blanquecina en otros cultivares, el hueso más o menos aplastado, según las variedades puede separarse netamente de la pulpa o bien adherirse parcialmente.
En cuanto al tamaño de los frutos, en el caso de no recibir la suficiente agua, también echará, pero en el caso de que no se riegue lo suficiente tendrá albaricoques más pequeños (aunque de excelente sabor).
Las ramas son rojizas cuando son jóvenes. Las yemas latentes son frecuentes especialmente sobre las ramas viejas. Las ramas secundarias son cortas, divergentes y escasas. Fructifica sobre los ramos de un año: ramos de mayo, chifonas y ramos mixtos.
El albaricoque posee la facilidad de desarrollar nuevos brotes sobre madera vieja, los cuales a veces permanecen muy cortos dando la sensación de fructificar sobre madera vieja. En plantaciones normales suele durar unos treinta años, pero puede vivir hasta cincuenta años.
¿En qué zonas prospera el albaricoque?
El hábitat del albaricoquero tiene una extensión notable, se encuentra desde los oasis subsaharianos hasta el Himalaya, aunque las zonas donde se pueden establecen plantaciones comerciales son más restringidas.
Actualmente, las zonas de cultivo se encuentran situadas en altitudes inferiores a 600 m. Los cultivares se suelen adaptar nicamente a aéreas geográficas con unas condiciones ecológicas muy determinadas.
La mayor extensión del cultivo se localiza en las zonas costeras de clima mediterráneo, así como en determinadas aéreas semicontinentales templadas con inviernos fríos y veranos cálidos y secos.
De origen continental soporta temperaturas de hasta -20ºC en invierno, destacando la variedad Armeniaca mandshurica que soporta los 40 ºC bajo cero y el Armeniaca sibirica que soporta hasta los 50ºC bajo cero siendo estas dos variedades una fuente de material para la selección de cultivares rústicos.
El momento crítico para las temperaturas se sitúa en primavera, ya que los órganos florales son muy sensibles a las bajas temperaturas en estas fechas, las flores y los pequeños frutos recién cuajados son, por el contrario, muy sensibles al frío, todavía más que los del almendro: las yemas de flor semiabiertas resisten menos de 30 minutos a -4ºc las flores abiertas resisten a -2ºC y los frutos cuajados a -0,5ºC durante el mismo espacio de tiempo.
También pueden ser perjudiciales los inviernos demasiado templados, al no cubrirse las necesidades de frio invernal, que oscilan entre 350 y 1100 horas por debajo de 7ºC.Por otra parte se trata de una especie exigente en luz, pudiendo provocar las insolaciones deficientes una disminución de la producción, así como la falta de coloración de los frutos.
Un factor limitante para un cultivo rentable del albaricoquero es la frecuencia de heladas tardías, ya que al ser una especie de floración bastante precoz es una circunstancia que hace de la floración un peligroso momento crítico, especialmente si se considera también que las lluvias de cierta entidad, la niebla y una humedad relativa en dicho periodo, son factores favorables para ataques graves de moniliosis (seca de los brotes).
Otro de los grandes problemas que tiene el albaricoquero es que se ‘engoma’, y si esto sucede (que las hojas se erizan y se contraen, y los frutos se secan) hay que cortar esa rama para evitar que la plaga se propague, y eso hará que se termine muriendo. Además, le afectan mucho las plagas de la mosca de la fruta (conocida también como la mosquilla mediterránea). Suele poner sus larvas dentro de la fruta, y al abrirla nos encontramos el albaricoque lleno de gusanos. Es crucial la labor de prevención para evitar la propagación.
¿Cómo plantar un albaricoque en el jardín?
- Hay que preparar un buen agujero, teniendo en cuenta el tamaño del cepellón, para que sea adecuado. Además, en el caso de que lo estemos plantando desde una maceta, podemos poner una cama de estiércol porque la materia orgánica beneficia mucho a los frutales. Si es posible, es mejor contar con un estiércol saneado (o con materia orgánica) como es el que está preparado para agronomía o jardinería. Los que vienen en sacos, ya higienizados, nos garantizan que no traen bichos ni enfermedades. Debemos tener en cuenta que dependiendo de cómo se haga la plantación, tendrá un mejor o peor crecimiento.
- Lo ideal es plantarlos en invierno o a principios de primavera, para garantizar un buen agarre, dado que las lluvias benefician el enraizamiento. De hecho, en el caso de los viveros y en inverno, es habitual que se proporcionen a raíz desnuda (sin maceta) para agilizar la plantación. En el caso de frutales o ornamentales que vienen en maceta, se pueden plantar igualmente bien en primavera o en otros momentos del año (están preparados para ello en los viveros).
- Posteriormente se aplica encima el resto de la tierra que hemos sacado del agujero (del hoyo) para poder dejarlo fijo. Si vemos que la tierra está muy seca, se puede regar para hacerlo más fácil De hecho, para finalizar, el último paso es regar para poder asentar la plantación, y también podemos proceder al acolchado (cubrir la tierra levantada, para poder retener mejor la humedad y además impedir que crezcan malas hierbas alrededor). Es probable que en el mismo año de plantación el árbol no de fruto, con lo que deberemos esperar a la siguiente campaña para poder conseguirlo.