El sector de las materias primas (agrocommodities) tiene en España un importante bastión
España tiene una población de más de 47 millones de habitantes, lo que genera una importante demanda junto con el turismo que recibimos regularmente. A esto debemos añadirle, como comentábamos, la actividad exportadora, y el déficit de nuestras cosechas. Por tanto, es absolutamente imprescindible abastecerse en los mercados internacionales.
Por poner un ejemplo, el pasado año 2021 el consumo total de materias agroalimentarias (tanto para animales como humanos) se cifró en 50 millones de toneladas métricas. Y para este año se calcula que tengamos una cosecha de cereales que se quede en origen de entre 18 millones toneladas métricas, por lo que será necesario recurrir a la importación. Estas estimaciones dependen, en gran parte, de la volatilidad del mercado cerealista, pero sirven para hacernos una idea del volumen que mueve este sector.
¿Qué influencia tiene el comercio de materias primas en el abastecimiento a la población?
Igual que es impensable pensar en la supervivencia de los sectores agrícolas españoles exportadores (como el hortofrutícola o los cítricos, si no les dejasen exportar), sin el acceso a la importación de cereales y harinas proteicas sería imposible la viabilidad de la industria ganadera y el abastecimiento a la población.
En estos momentos en el que se vuelva a hablar de la vuelta a modelos de autoabastecimiento queremos poner aún más en valor la eficacia y la competitividad que caracteriza a la distribución de nuestros productos. Poder acceder a los mercados de materias primas, tanto nacionales, como internacionales, de forma eficaz, inmediata y competitiva se refleja en productos disponibles con la mejor relación calidad/precio, lo cual incide, sin duda, en la reducción del coste de la compra del consumidor.