Factores determinantes en el mercado de cereales actual
El sector cerealista sabe que el mercado es especialmente volátil, por norma general, pero especialmente variable en tiempos de cosecha. España arranca la recolección de cereales (en la mayoría de zonas) con buenas perspectivas, pero con la vista puesta en los precios que marcan las lonjas.
Mientras que, en condiciones normales de mercado, el período medio de cobertura de compra de materias primas se extiende a uno o dos años más allá del ejercicio en curso, actualmente se infiere la incertidumbre instalada en la mayor parte de los industriales del sector cerealista. La demanda en 2022 de materias primas está todavía muy abierta, según percibimos en las empresas que solicitan cereales para nutrición humana y animal (piensos).
En primer lugar detectamos que en cuanto a cereales, en la actual coyuntura geopolítica internacional, el maíz es el más competitivo en formulaciones (representa hasta un 60% de éstas) frente a trigo y cebada, respectivamente. De hecho, la actual situación de guerra en Ucrania preocupa en el sector de las agrocommodities, lo que pesa en las decisiones de compra.
Demanda de subproductos, una nueva tendencia en el mercado de materias primas
Con los precios actuales, y ante la situación internacional, hemos detectado que cada vez se demandan más subproductos, en particular para nutrición animal (piensos). En lo que respecta a las oleaginosas, dentro de las fuentes de proteína vegetal, el primer lugar lo ocupa la soja. Eso explica la subida de la demanda de soja certificada, que goza de todas las garantías de sostenibilidad en su proceso de cultivo.
Si bien la harina de soja es la más solicitada, los subproductos de otro tipo empiezan a ver su crecimiento en las formulaciones de los fabricantes de piensos. También observamos que existe interés en los destilados de maíz, así como en el palmiste, que ofrece un nivel de precios atractivo comparado con la cáscara de soja.
La guerra de Ucrania condiciona el mercado de los cereales en España
Por lo general, el sentimiento del mercado sobre la repercusión del conflicto Rusia-Ucrania en el sector, así como su impacto en la cadena de suministro, es pesimista (siendo sinceros). Así mismo, a los productores de cerdo, y de piensos para éstos, les resulta muy difícil la transmisión de los costes de los cereales y otras materias primas a los precios de la carne de porcino.
Las carnes de ave, pavo y pollo se han defendido mejor en la actual coyuntura, ajustándose a las últimas noticias de casos de gripe aviar. Además, los integradores, por su parte, no están creciendo mucho al perder oportunidades de integrar a pequeños ganaderos que están echando el cierre.
En cualquier caso, y en relación con el conflicto Rusia-Ucrania, hay que poner un punto de tranquilidad, sobre todo en cuanto al suministro. Y es que los puertos están razonablemente poco afectados a nivel de infraestructura, exceptuando algún almacén o parte de alguna terminal. Por eso, la mejor manera de poner estabilidad en el entorno cerealista es poner el foco en la cosecha de materias primas y desear que tenga las mejores cifras posibles.