Microbioma del suelo: la vida bajo la tierra

El microbioma (también llamado microbiota) es la comunidad de microorganismos (hongos, bacterias, actinomicetos y protozoos) que co-habitan y colonizan el suelo. Se trata de un ecosistema propio que interactúa con las plantas influyendo en su salud. En resumen, la microbiota es la vida que hay bajo la tierra.

Un ecosistema diverso es más resiliente, por lo que favorecer el desarrollo de la microbiota del suelo es uno de factores que nos interesa potenciar para una mejor conservación del suelo, que es el principal medio de interacción entre plantas y otros organismos. La composición y la diversidad del microbioma depende de múltiples factores (como el pH del suelo, su textura y estructura, la concentración de C existente) y es de gran importancia para el mantenimiento del suelo y para el correcto desarrollo de los cultivos.

La microbiota del suelo se ve favorecida por la heterogeneidad de cultivos a lo largo del tiempo, las rotaciones de cultivos por ejemplo son técnicas que ayudan a mantener la diversidad del microbioma. En cambio, el abuso de monocultivos es muy perjudicial para los microorganismos del suelo, por eso unas buenas prácticas agrícolas son de gran ayuda para la microbiota.

Además, en este caso entra en juego el factor de la fertilidad, ya que la fertilidad del suelo está muy relacionada con los microorganismos. De este modo, si tenemos un régimen monocultivo que ya de por sí es negativo para el suelo (debido a la extracción continua de los mismos nutrientes en las mismas proporciones), la disminución adicional de la fertilidad debido a la pérdida de microorganismos puede resultar en una disminución extremadamente importante de los rendimientos a largo plazo.

Por otra parte, la materia orgánica es otro de los elementos a destacar si nos centramos en la fertilidad. En España además favorecer el aumento de la materia orgánica es de gran importancia porque el nivel de nuestros suelos es bastante inferior al ideal.

BENEFICIOS DE LA MATERIA ORGÁNICA:

• La materia orgánica actúa como esponja, mejorando la capacidad de retención del agua.
• Es una reserva de nutrientes.
• Proporciona una mejor estructura del suelo, lo que produce un efecto positivo en el crecimiento de las raíces.
• Como consecuencia de la mineralización aumenta los niveles de nitrógeno, fósforo y azufre, produciendo mayor biodiversidad de microorganismos.
• Mejora el poder taponador del suelo para controlar la acidez
• Reduce las necesidades de aplicar fertilizantes químicos.

¿Cómo podemos favorecer el incremento de la materia orgánica del suelo?

Una forma de mejorar la materia orgánica es mediante el uso de abonos naturales o estiércol animal.

También debemos procurar que el suelo esté bajo unas condiciones favorables de humedad, temperatura, estado de nutrientes y el nivel del pH.

Dependiendo de la frecuencia y el tipo de laboreo se puede incrementar la materia orgánica, un aumento del 0,4% anual podría ser algo asequible, y posible mediante aportes y buenas prácticas agrícolas.

Mantener una relación carbono – nitrógeno es clave, porque puede acelerar la descomposición de la materia prima, por eso es recomendable seguir un plan de abonado.