Poda de frutales en invierno

La poda de frutales es uno de los puntos más importantes el crecimiento y el desarrollo del cultivo. Los cortes estratégicos que se producen en determinadas etapas de crecimiento de los frutales harán que nuestros árboles se desarrollen de forma vigorosa, con gran cantidad de frutos y de buen calibre.

En primer lugar, para ello, tenemos que tener en cuenta que el punto de partida de cualquier tipo de vegetación del tipo frutal (como es el peral, del que os hablamos aquí) son las yemas de madera. Conociendo sus tipos, haremos una poda más estratégica. Y aquí tenemos que hacer dos clasificaciones, según su posición o según su evolución:

Según la posición, la poda de frutales puede ser:

  • Terminal: ocupan el extremo de un brote o ramo.
  • Lateral o axilar: se encuentra en la axila de las hojas.
  • Estipular o de reemplazo: se encuentran situadas a los lados de la yema axilar y sirven de sustitución de ésta en caso de accidente que dañe su desarrollo.

Según su evolución, encontramos diferentes tipos de poda de frutales:

  • Normales: se forman y desarrollan según el modelo normal, es decir, brotan al año siguiente de su formación. Aseguran el rebrote y se dan en número indeterminado.
  • Latentes: son yemas que quedan inhibidas en su desarrollo, debido a circunstancias anómalas, pero que cuando se dan las condiciones favorables dejan de ser latentes.
  • Adventicias: yemas que aparecen de forma accidental en lugares indeterminados de las ramas, madera vieja o incluso en las raíces.

Por lo general, en los frutales los métodos de corte se basan principalmente en la transformación de yemas de madera en dardos, y más tarde, a botones florales. De ahí que necesitemos conocer cómo se desarrollan, para llegar a una buena cosecha.

Corte de ramas secundarias en el proceso de poda
¿Como son las estructuras de los frutales?

Lo que buscamos con la poda y el corte es una buena cosecha. Pero antes tenemos que formar el árbol frutal (como es el caso del peral, que hemos puesto de ejemplo, para llegar a conseguir peras necesitamos buenas ramas que lo soporten).

Muchos sabéis que los ramos salen tras la lignificación progresiva de los brotes (ese endurecimiento progresivo que hace que se vuelvan robustos). En el caso del peral llevarán sobre él yemas de madera, dardos, botones florales y frutos. 

Hay diferentes estados en los que se desarrolla el frutal, que son:

  1. Brindilla: es un ramo débil y poco desarrollado muy común en los perales, de unos 15-50 cm de longitud, y con un pequeño diámetro que le confiere una gran flexibilidad, partiéndose con facilidad. Sus yemas son todas vegetativas, menos la yema terminal que puede diferenciarse en yema floral, dando lugar a una brindilla coronada (interesante por su fructificación), muy frecuentes en el peral.
  2. Chupón: se trata de un ramo con una vegetación exuberante debido a su posición privilegiada en el árbol. Puede ser de 1 m o más en su primer año de vegetación. La savia que acapara supone el deterioro de otras producciones cercanas.
  3. Dardo: son ramos muy cortos (no hay crecimiento longitudinal) característicos de los árboles de pepita como es el caso del peral. Resultan de la transformación de una yema de madera. Se pueden disponer directamente sobre las estructuras de las ramas o bien sobre un pequeño ramo de pocos centímetros de longitud. Según como se hayan dispuesto obtendremos distintos dardos: dardo de un año con 5 u 8 hojas durante la vegetación (en su base presenta pequeñas yemas) y dardo de varios años. Dependiendo de las condiciones en las que se encuentren pueden evolucionar a botón floral (dardo coronado) o yema de madera.

Conocer de cerca estas estructuras es especialmente importante de cara a proponer una poda que puede desembocar en una buena cosecha. Y es que el peso de los frutos, junto con su tamaño, hacen que varíe de un calibre a otro.

Lo que estamos buscando es tener un frutal desarrollado como para que con el paso del tiempo tengamos una gran cosecha. Es importante decir que este desarrollo se lleva a cabo paulatinamente, y no es inmediato (en muchos casos son necesarios 24 meses o más para poder obtener frutos, y eso teniendo en cuenta que partimos de un árbol, no meramente de una semilla). 

Los frutos en árboles como el peral maduran en brotes que tienen 2 o más años. Para hacernos a una idea, de media el peral puede producir una cantidad razonable de frutos desde los 3-5 años de edad y puede seguir produciendo hasta los 35-50 años. Es una carrera de fondo.

¿Cuál es el mejor momento de podar?

Para empezar, tenemos que tener en cuenta cuál es el periodo de latencia. El invierno es el mejor momento para podar los frutales. La clave está en ese momento de hibernación, que hace que la planta esté en reposo. Es crucial que no se haga cuando no está helando, para que la superficie expuesta con el corte (que está más sensible) no se debilite más de la cuenta y pueda poder cicatrizar correctamente.

Pasos que se deben seguir en una poda:

  1. En primer lugar, hay que cortar las ramas secas o dañadas. Esta es la labor de saneamiento de la poda. Las ramas enfermas o rotas son las primeras que han de salir. Es importante estar concentrados en la labor que realizamos, pero teniendo en cuenta el conjunto del árbol, para que la labor de corte sea equilibrada.

  2. Seguidamente, cortamos las ramas que caen para abajo, que son las que no van a aportar beneficios a la copa del árbol. Hay que buscar el equilibrio en cuanto a longitud y frondosidad. Con ello, vamos a intentar que el árbol no se incline hacia un lado u otro (cuando tenga hoja y fruto, tenemos que intentar que no se tuerza con el peso).

  3. Después vamos con los chupones. Son ramas, como os contábamos, que tienen crecimientos verticales muy fuertes, que roban la energía al árbol, y además roban aire y luz, por su frondosidad. Las pequeñas ramitas que parecen tan inocentes, al final se desarrollan rápidamente acaban robando esa savia a las ramas principales, que son las que se deben cuidar, porque han de fructificar. Pero, atención, hay que identificar las ramas cortas con yemas redondeadas, que son las que no terminan en madera puntiaguda (porque esas se desarrollarán en flor y posteriormente fruto, con lo que cosecharemos ahí). Al año siguiente, eso sí, podemos cortar esa rama una vez terminada la cosecha. En caso de que sean muy abundantes, en los chupones se puede llegar a usar motosierra, porque es más fácil en caso de una plantación con muchos manzanos.

  4. Si hay dos ramas paralelas, elegimos la más frondosa y que dote de equilibrio y limpieza a la copa. Las ramas que van hacia arriba, en dirección del cielo, o las que perjudican porque se están continuamente rozando con otras, también se puede y se deben podar.

  5. En el caso del corte, es crucial que se haga en ángulo para que el agua de lluvia posteriormente no se deposite en el corte y lo pueda estropear. Usar una masilla sellante después del corte, tapando la herida, es crucial para evitar que no entren hongos o agua y que perjudique la cicatrización. Gracias a los cicatrizantes específicos para podas e injertos logramos proteger los cortes realizados. Es importante sellar los cortes gruesos, no tanto los leves. Tapar ayuda a que no entren enfermedades y se eche a perder el árbol

  6. Por último, una buena poda mejora la fructificación gracias a la aireación, al término de la poda principal, se puede despuntar la copa, para que la estructura general del árbol quede completamente equilibrada.

 

Tijera especial para poda de ramas llamada popularmente 'pico de águila'

La tijera de corte perfecta para cada poda

La poda de mantenimiento se puede aplicar a cualquier frutal. Pero debemos tener en cuenta que al cambiar de árbol debemos desinfectar la hora de corte con un poco de alcohol, por higiene, y para mantener la salud vegetal.

En cualquier caso, se deben tener al menos dos tijeras:

  • A la hora de elegir una nueva tijera debemos tener en cuenta que tenga un acero de calidad, para que haga cortes limpios, que no dejen astillas. Normalmente se utilizan tijeras de tipo bypass, que son prácticas para chupones y recortes de ramas en general. Estas tijeras también reciben el nombre de tijeras de recolección (y son muy versátiles).
  • Para las ramas secas utilizamos una tijera de yunque (o yunke), que se diferencia en que la parte inferior es reforzada, y necesitamos hacer menos fuerzas. Son unas tijeras muy funcionales, porque se requiere poco esfuerzo y se aporta una buena potencia.
  • En caso de que sean muy numerosos los árboles, se recomienda encarecidamente una motosierra (o tijeras eléctricas) por el considerable ahorro de tiempo y esfuerzo. La mecanización de los aperos agrícolas, en el caso de la poda, es un gran avance.

¿Cómo podar el peral, y otros muchos árboles frutales?

Os hablamos de la poda del ciruelo, muy exhaustivamente, en este artículo en el que también ahondabamos en las herramientas que se podían utilizar. 

Hicimos gran hincapié en ese frutal de hueso, pero que puede ser parecido al de otros frutales. Y es que la formación de los ramos fértiles, su mantenimiento y su fructificación dependen de los diferentes métodos de corte y poda.

En general, estos métodos de poda se basan principalmente en la transformación de yemas de madera en dardos, y más tarde, a botones florales. Es por ello que no hay que darle prioridad a ninguno de ellos, ya que lo mejor es realizar las intervenciones necesarias según las necesidades de cada transformación. Estas transformaciones dependen del flujo de savia repartidos entre cada estructura.

Es decir, hay que tener en cuenta la llamada teoría del flujo de la savia, que es la siguiente:

  1. El flujo abundante de savia provoca el desarrollo de brotes vigorosos de la madera y por lo tanto, brotes reacios a la fructificación.
  2. Un flujo de savia bien dosificado puede provocar el desarrollo de las yemas de madera a dardo y este pasar a botón floral para acabar siendo fruto.
  3. Por el contrario, un flujo de savia insuficiente o nulo deja al órgano en el estado en el que se encuentra, en este caso la yema de madera se queda latente, arrugándose los dardos.

En definitiva, la poda de los árboles frutales es crucial para poder obtener buenos frutos. Por eso, si estás interesado en conocer diferentes herramientas para conseguirlo, aquí podrás encontrar distintos tipos de tijeras para realizar la poda. 

Descubrir más.

Herramientas de cortePoda

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