¿Sabías que se pueden corregir deficiencias nutricionales del olivar mediante la fertilización foliar?
La fertilización foliar a base de potasio (K) es la alternativa para aquellos cultivos que presentan problema en su absorción radicular. Este es el caso del olivar tradicional andaluz, con suelos calizos y arcillosos, a los que pueden sumarse sequia primaveral y aún peor si también es otoñal, empeorando en años de grandes cosechas.
Incluso con potasio en el suelo en concentraciones relativamente altas, la corrección de las deficiencias por aplicación directa del abono K al suelo en muy baja, tardando en recuperarse la producción varios años. En olivares tradicionales de secano raramente se han encontrado respuestas a corto plazo a la aplicación de K al suelo.
El potasio está directamente implicado en la acumulación de aceite en la aceituna. También interviene en los procesos de transpiración, en el movimiento de agua en la planta y en la regulación de la apertura y cierre de los estomas. Por tanto, los árboles con déficit de potasio pueden ser más sensibles a la sequía y a los hongos, especialmente el repilo.
Una analítica continuada de potasio en hoja, en la época de engorde y maduración del fruto, refleja una disminución en el contenido de este en favor del aumento de aceite en fruto. Es decir, se produce una traslocación al fruto ocasionando deficiencias temporales de K, incluso en suelos relativamente bien provistos de este nutriente.
Resultados de algunas pruebas fertilización foliar potásica en olivar
En un ensayo de campo llevado a cabo durante cinco años en olivar de la variedad Chemlali, en Túnez por Loumi y col., publicado en 2009, compararon aplicaciones foliares y al suelo de potasio en condiciones de secano. El tratamiento foliar mejoró la producción respecto al control. Sin embargo, el tratamiento al suelo no mejoró la producción.
Hegazi y col. (2011) en Egipto, observaron que aplicaciones foliares de nitrato potásico al 4% después del final del cuajado del fruto o del endurecimiento del hueso en olivos de la variedad Picual mejoraron la producción y el crecimiento vegetativo de los árboles. También aumentó el tamaño del fruto, la relación pulpa/hueso y el contenido graso.
Sin embargo, la absorción foliar de potasio, según Restrepo-Díaz y col. (2008), se puede ver reducida por estrés hídrico y un estado nutricional deficiente del olivo.
En un trabajo realizado durante ocho años en Córdoba en un olivar intensivo (278 olivos/ha) muy productivo con riego deficitario (Pastor y col., 2000), obtuvieron respuesta al abonado foliar con fertilizantes potásicos frente aun control no tratado.
Las aplicaciones coincidieron con las aplicaciones tradicionales contra plagas y enfermedades del olivar en abril, junio, septiembre y octubre. A nivel productivo todos los años se observó respuesta a la fertilización foliar con potasio, independientemente del tratamiento, con un aumento medio de 2.400 kg/ha y año con respecto al control.
Recomendaciones para el uso de fertizantes con potasio en olivar
Victorino Vega y Juan Carlos Hidalgo (del IFAPA Alameda del Obispo en Córdoba) en su artículo de Vida Rural de octubre de 2014 recomiendan:
“Mantener niveles de K en hoja por encima del umbral adecuado (> 0,8%), ya que la recuperación de los estados de deficiencia severa de potasio es difícil, especialmente cuando se producen años secos, o en suelos en los que:
- El contenido de potasio asimilable es bajo.
- El contenido en carbonato cálcico es alto (complejo de cambio saturado de calcio).
- El contenido en arcilla es muy alto, en los que existe un alto potencial de adsorción, por lo que existe una escasa cantidad de K disponible para ser absorbido por la planta.
Es especialmente importante prestar atención a los años de grandes cosechas, en los que se producen altas extracciones, por lo que en estos casos podría ser muy recomendable realizar un abonado potásico que permita mantener altos los niveles de K en hoja, lo que reducirá los riesgos de deficiencias”.
4 claves para facilitar la asimilación del potasio por vía foliar
En la aplicación foliar, hay que tener en cuenta 4 factores de gran importancia para facilitar la asimilación del potasio:
- Volumen de caldo a utilizar. Cuanto mayor sea el volumen, sin que llegue a chorrear, mejor será la cobertura de la superficie foliar. El ideal se encuentra entre 800-1.200 l/Ha que asegura el completo mojado de la hoja.
- Dispersión de producto a la hora de hacer la aplicación foliar. Adherencia de las gotas y del potasio contenido en ellas. Para ello el uso de dispersantes (coadyuvantes) mejora la absorción de potasio al disminuir la tensión superficial de la gota y aumentar la superficie mojada por cada una de las gotas pulverizadas que entran en contacto con la hoja.
- Capacidad de resolubilización de la sal potásica con la humedad ambiente. Una vez aplicado el producto y disperso en la hoja, el agua se evapora con rapidez, en verano especialmente, dejando los cristales de sal potásica en forma no asimilable por la hoja. Dependiendo de la capacidad de resolubilización de cada sal potásica la efectividad de asimilación aumenta considerablemente. Si observamos la siguiente gráfica podemos ver que forma de sal potásica nos conviene más (tal y como se observa la capacidad de resolubilización es del doble y hasta del triple, a las temperaturas habituales por la mañana en las que la humedad relativa es mas alta, en el caso del carbonato potásico).
- La incorporación de aminoácidos al caldo de tratamiento mejora notablemente la absorción de nutrientes (en especial la de P y K). Esto se debe a que aumentan la permeabilidad de las cutículas de las hojas. En un estudio citado por Pastor (2005) aumentó de forma significativa el contenido de K en hoja en la aplicación de sal potásica a la que se le añadió aminoácidos (a dosis comerciales) con respecto a los árboles a los que solamente se aplicó sal potásica.
Recomendaciones de Sembralia para la fertilización foliar:
En vista de estos datos, podemos incrementar el aporte de potasio al olivar con una serie de productos, que tenemos ya disponibles en Sembralia:
YaraVita™ Agripotash
Aporta Potasio de rápida acción que permite maximizar el rendimiento y aumentar la calidad de los cultivos. El Potasio está involucrado en muchos procesos celulares que se dan
en las plantas. Influye en el estado de hidratación del árbol. Interviene en la formación de glúcidos y lípidos, resistencia a enfermedades y situaciones de estrés y su deficiencia puede reducir la velocidad de crecimiento y provocar quemaduras en los bordes de las hojas.
El Potasio juega un papel importante en la maduración del fruto, así como en su calidad y almacenaje post cosecha.
En este caso, hablamos de un producto específicamente formulado para el buen crecimiento y desarrollo del olivar.
Contiene Nitrógeno, Magnesio, Boro, Hierro, Manganeso y Zinc. Micronutrientes determinantes para el crecimiento del olivo y para obtener rendimientos más altos y mayor beneficio, cuya asimilación y disponibilidad es limitada debido a su baja concentración en el suelo y al pH del mismo.
Es el producto adecuado para obtener un árbol sano y más productivo, corregir carencias de dichos micronutrientes y prevenir la aparición de clorosis, malformaciones en los brotes y caída de frutos. Además, permite optimizar la asimilación de los macronutrientes presentes en el olivo.
YaraVita™ Star K
Para terminar, os presentamos un fertilizante de rápida acción idóneo en situaciones en las que la aportación al suelo no es posible.
Está recomendado para todos los cultivos, especialmente para cultivos hortícolas de invernadero y campo abierto, frutales, cítricos y cultivos hidropónicos, así como viña, ya que ayuda a aumentar el contenido de azúcares en la uva. se trata de una fórmula exclusiva de aplicación foliar con una alta concentración de Potasio que favorece y acelera la fructificación del cultivo en su etapa de maduración. Incrementa el grado de azúcar en los frutos y hortalizas, dando lugar a un producto final de mayor peso y calibre uniforme.
Mejora la coloración y las propiedades organolépticas del fruto, alargando la vida post cosecha del cultivo. El potasio ayuda a mejorar la resistencia de la planta frente a enfermedades y situaciones de estrés hídrico.