La DOP Sierra de Cazorla nos da una serie de consejos sobre los tratamientos del olivar en primavera
Llega el mes de marzo y con él el final de la parada invernal, cuando el olivar comienza a “activarse” de nuevo. Es el mes por excelencia en el que la planta, en condiciones de normalidad, empieza a revivir. Se suele decir que la primavera sirve a los olivos para la renovación a todos los niveles del ciclo de la planta.
¿En qué notamos que se está llevando a cabo ese cambio vegetativo dentro de los olivos? En primer lugar, el color de la hoja del olivo. Hasta ahora ha sido verde-marrón, lo que denota la parada vegetativa del invierno, sin embargo, de cara a la primavera el follaje se torna verde olivo, un verde oscuro brillante.
Seguidamente las yemas de los brotes comienzan a desarrollarse, a cambiar su morfología; en este mes dan un primer tirón, crecen y se ensanchan, lo que supone la prueba más palpable y evidente de que el olivo ha vuelto a reactivar su actividad vegetativa.
El equinoccio de primavera favorece la floración
Esta reactivación del olivo tiene que ver también con las condiciones de insolación y de temperaturas, que ya en el mes de marzo comienzan a subir. Hay más horas de luz, la temperatura media es más alta y la planta del olivo “entiende” que la primavera llega, lo que va reactivando todo su mecanismo metabólico.
Tal y como muestra esta imagen de la Denominación de Origen Protegida Sierra de Cazorla, ahora mismo nos encontramos en un periodo esplendoroso, que augura una cosecha excelente en esta región de Jaén, que es puntera por la calidad de sus aceitunas.
Y una vez que el olivo se activa, de forma natural comienza a autorepararse y reconstituir los daños que haya podido sufrir durante el proceso de recolección de la aceituna, como por ejemplo ramas que se dañan o se rompen, hojas que se caen… Esto significa que cuando se reanuda la actividad vegetativa el tallo empieza a crecer, las ramas rotas comienzan a reponerse con tallos nuevos y la hoja nueva también aparece, además de los cortes de poda, que comienzan a cicatrizar en buena medida y se reactiva el crecimiento para nuevas ramas que van a cubrir el espacio dejado por las viejas. Será el origen de las producciones futuras.
Además, empieza a conformarse la potencial producción de la siguiente campaña. Las yemas que se empiezan a reactivar serán el origen del órgano floral en el futuro. En las siguientes semanas, de ellas, aparecerán las flores de los olivos, dando lugar a la floración del olivar y mediante la polinización de estas flores, se producirá el cuajado de la siguiente generación de frutos, que conformaran la futura cosecha de nuestros olivares.
¿Qué tratamientos debe llevar a cabo el agricultor en primavera / verano?
El olivo debe recibir una serie de tratamientos específicos en esta época, en primavera, para favorecer la floración, el cuaje y la maduración que nos den una buena campaña de aceitunas.
Los tres más importantes son:
- Abonado foliar, para el aprovechamiento al máximo de todos los nutrientes
- Tratamientos preventivos, para poder hacer frente a posibles problemas
- Gestión del agua (bien por el riego o por el aprovechamiento de los recursos)
Pasamos a detallar cada uno de los tratamientos, haciendo hincapié en lo que debemos hacer en cada paso.
Abonado foliar del olivo en primavera
En primavera es muy importante que la planta reciba los aportes nutricionales necesarios, fundamentalmente vía foliar, para que este despertar del olivo discurra de la mejor manera, sin que falten recursos, para llevar a las yemas a un potencial productivo importante en el futuro.
Si bien en los anteriores meses se habló de abonado en el suelo, ahora, una vez activo el olivo, con su metabolismo en funcionamiento, se abre la opción del abonado por hoja. Los fertilizantes se aplican mediante pulverización, con los atomizadores de los tractores, lo que provoca que los nutrientes vayan directamente a la hoja y a través de ella, penetren en la savia de la planta, que ya está activa y en movimiento, repartiéndose por toda la planta y sus órganos en desarrollo.
Tratamientos preventivos del olivo
Respecto a la aplicación de cobre, ya sabéis que se suelen utilizar fungicidas preventivos, se utiliza para evitar que el repilo se instale en los olivos. Por las condiciones climatológicas de marzo, este hongo es uno de los grandes peligros en zonas poco soleadas y húmedas.
Para prevenir potenciales enfermedades que se gestan durante este mes de marzo. El caso más destacado es el repilo, hongo que se instala en la masa foliar de los olivares y que, si no se previene a tiempo, puede provocar importantes defoliaciones, arruinando la capacidad productiva del olivo.
Riego en olivos jóvenes, y aprovechamiento de las precipitaciones
Desde el punto de vista de las lluvias, febrero y marzo son muy importantes; si hay precipitaciones que doten al suelo de la suficiente agua, el despertar del olivo y el arranque de la savia será óptimo y vigoroso, además hará que la planta se active con fuerza y rapidez.
En este año 2024, las lluvias de febrero y marzo están siendo muy buenas, recuperando las reservas hídricas de las parcelas. Que el olivo arranque en buenas condiciones, con agua a su disposición, es fundamental, porque se comienza a construir la potencial cosecha en las mejores condiciones.
¿Qué pasa en verano con el olivo?
En el mes de junio entramos ya en pleno proceso de caída fisiológica, conocida en el sector como la caída de San Juan. Durante este periodo, la planta evalúa qué porcentaje del fruto cuajado puede desarrollar y elimina el que no puede sostener. Este proceso principal se extiende durante el mes de junio y concluye a finales de junio o principios de julio.
A pesar de las previsiones optimistas sobre la fertilidad y el fruto cuajado, es prudente tomar estos datos con cautela. La selección que ocurre en junio ofrecerá una primera aproximación a la cosecha. A medida que el fruto recién cuajado comienza a desarrollarse, gana tamaño hasta que se forma el hueso. Este punto marca una fase crucial en el ciclo del cultivo, dividiendo el desarrollo del fruto en dos etapas. Una vez formado el hueso, la planta finaliza la primera fase del desarrollo y entra en la parada vegetativa estival.
En este momento, el sector puede obtener datos más precisos sobre el número promedio de frutos por brote y hacer una estimación de la cosecha. Por ejemplo, en la Comarca de Cazorla, esto generalmente ocurre alrededor del 15 de julio en las áreas más adelantadas y entre el 20 y 25 de julio en las zonas más tardías.
Durante la parada estival, la planta ralentiza su metabolismo hasta que las temperaturas se suavizan a finales de agosto o principios de septiembre, momento en el que retoma plenamente su actividad metabólica debido a la moderación de la temperatura y el acortamiento de las horas de luz, en la recta final del verano.
Los factores principales para un cuajado óptimo y una menor caída de San Juan son las condiciones climáticas, evitando temperaturas extremadamente altas, y la adecuada disponibilidad de agua. Estos factores influyen directamente en las reservas nutricionales de la planta, ya que una planta bien nutrida e hidratada puede desarrollar un mayor número de frutos.
También en el arranque del verano se produce la muda de hoja. El olivar es de hoja perenne, pero la planta también renueva su hoja, cuando esta está dañada, no tiene reservas nutricionales o no es útil, es la propia planta la que se deshace de las que ya no le sirven.
Al agricultor le llama la atención que una parte de la planta tiene la hoja amarilla y termina tirándola. La planta se libra de un órgano que no le aporta y así consigue mitigar la pérdida de humedad. Hay que recordar que en el proceso por el cual las plantas traspiran y son capaces de generar un circuito de humedad desde la raíz a las partes más altas, el motor principal de traspiración es por la hoja.
Cuando la planta traspira pierde humedad por la hoja, y eso hace que por capilaridad se genere un impulso que introduce por la raíz el agua de la tierra y la pone en circulación por los vasos de savia hasta la hoja. Por lo que si hay un exceso de hoja cuando el agua es escasa, habrá una pérdida de humedad por la hoja, por eso la planta se defiende eliminando los excesos de hoja que no le aportan nada.